Buenos
Aires, 1935. Juan Bautista Fernán, joven abogado de un grupo de pequeños
hacendados, se enfrenta a Héctor Argañaraz, hombre fuerte de la oligarquía
ganadera. Invitado a cenar a la mansión de su oponente, Juan Bautista tendrá
dos revelaciones perturbadoras: el encuentro con Abril, la hermosa hija, y la
visión de un extraño cuadro de un pintor italiano que le resulta familiar.
Desde esa noche, para él nada será igual.
Sus denuncias sobre maniobras fraudulentas lo transforman en un indeseable para
la familia Argañaraz, a excepción de Abril. La muchacha, a punto de contraer
matrimonio con Aldo Urizábal, recorre las calles de Buenos Aires de la mano de
Juan Bautista y descubre una realidad social nueva. Pero mientras ellos viven
su idilio imposible, un asesinato político conmueve a la Argentina. Triste y
desilusionado, Juan Bautista emprenderá un viaje a Italia para desentrañar los
orígenes del cuadro que lo obsesiona y alejarse de la caprichosa Abril. En La
Mamma, restaurante florentino de Rosa Pieri, escuchará un largo relato que
comienza en 1903 y que determinará su futuro.
Este es uno de los libros que
más he subrayado de toda mi estantería, y debo decir que me ha encantado
agarrarlo en el momento justo de mi vida en el que más necesitaba leer algo
así. Es una historia preciosa, con unos personajes muy bien trabajados, una
trama brillantemente desarrollada acompañada de una escritura muy elegante. Sin
duda, cualquier libro de Viviana Rivero para mí, es una obra maestra. Tiene una
manera tan positiva de ver la vida, el amor, la amistad… La novela está repleta
de valores y sentimientos , muy al estilo de ella. Y volviendo a
los personajes, me encantó muchísimo la amistad que hay entre Juan Bautista,
Joaquín y Enzo, el amor de hermanos que se tenían Abril y Julio, y cuando
aparecía en alguna escena Rosa Pieri, yo no podía evitar subrayar todo lo que
decía esa mujer. Era muy sabia. También me gustó ver como algunos personajes
van madurando a lo largo de la historia.
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